El bombardeo ruso de la región ucraniana de Jersón ha causado la muerte de dos personas, según las autoridades locales, mientras ambos países intercambiaban ataques con aviones no tripulados durante la noche del viernes al sábado.
Otras dos personas resultaron heridas en el ataque cerca de la capital regional, dijo Oleksandr Prokudin, gobernador de la región parcialmente ocupada de Jersón.
En la región suroccidental rusa de Rostov, un depósito de petróleo del distrito de Tsimlyansky, en el interior de la región, se incendió en la madrugada del sábado tras un ataque de drones ucranianos, el último ataque de largo alcance de las fuerzas de Kiev contra una región fronteriza.
El ejército de Moscú está presionando con fuerza a lo largo de la línea del frente en el este de Ucrania, donde la escasez de tropas y municiones en el tercer año de guerra ha hecho vulnerables a los defensores.
Intercambio de ataques con drones
El gobernador de la región de Rostov, Vasili Golubev, declaró que el ataque con drones había provocado un incendio de 200 metros cuadrados, pero que no había víctimas. Unas cinco horas después de informar del incendio en Telegram, Golubev dijo que el fuego había sido extinguido.
Además de dos drones interceptados sobre la región de Rostov, los sistemas de defensa antiaérea rusos destruyeron durante la noche dos drones sobre las regiones occidentales de Kursk y Belgorod, según informó el sábado el Ministerio de Defensa ruso.
Las defensas aéreas ucranianas, por su parte, interceptaron cuatro de los cinco drones lanzados por Rusia durante la noche, según informó el sábado por la mañana la Fuerza Aérea de Ucrania. Mykola Oleschuk, comandante de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, declaró que el quinto dron abandonó el espacio aéreo ucraniano en dirección a Bielorrusia.
En otro orden de cosas, Vadym Filashkin, gobernador ucraniano de la región oriental de Donetsk, parcialmente ocupada, declaró el sábado que los ataques rusos del viernes habían causado seis muertos y 22 heridos.
