El nuevo Gobierno del Reino Unido señala su "férreo compromiso" con Ucrania

Imagen del ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy. ©Screenshot from EBU video 2024_10243897

El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, ha afirmado que el compromiso del nuevo Gobierno de su nación con Ucrania es "férreo". Lammy realizó esa declaración en Chobielin tras reunirse con su homólogo polaco, Radoslaw Sikorski.

En su encuentro, ambos ministros abordaron cuestiones de seguridad antes de la cumbre de la OTAN que tendrá lugar la próxima semana en Washington. Lammy afirmó que el Reino Unido se toma "muy en serio" su compromiso con Ucrania y con la OTAN.

"Por supuesto, lo que creo que se va a lograr en los próximos días es que demostraremos a Putin que estamos ahí para largo. Respecto a los recursos económicos para apoyar a Ucrania financieramente, militarmente y en términos de ayuda la alianza es firme y, lo que es muy importante, está unida", declara David Lammy.

Una imagen de unidad en la próxima cumbre de la OTAN

Sikorski señaló que los líderes de la OTAN presentarán un frente unido en la 75ª cumbre de Washington, y afirmó que Polonia es uno de los líderes "en términos de ayuda a Ucrania".

"Confirmaremos que contamos con la alianza más poderosa de la historia y que el destino de Ucrania forma parte de nuestro interés vital. Lo mejor que podría hacer Putin, es retirarse del desastroso y criminal error que cometió", señala Radoslaw Sikorski, ministro polaco de Asuntos Exteriores.

Restablecer los lazos entre el Reino Unido y la UE

El primer viaje relámpago de Lammy como ministro de Asuntos Exteriores, en el que también visitó Alemania y Suecia, tiene como objetivo restablecer los lazos entre el Reino Unido y la UE. Keir Starmer, que está visitando las cuatro naciones que componen el Reino Unido, también tiene previsto hacer lo propio.

El domingo, en Escocia, Starmer anunció un "reajuste inmediato" con los Gobiernos descentralizados y dijo que trataría de mejorar el acuerdo comercial del Reino Unido con la Unión Europea, que calificó de "chapuza".

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