El gruñido característico de Serena Williams tiene su origen en su adoración a los "geniales" gemidos de Monica Seles en la pista.
La estrella del tenis, de 42 años, se hizo famosa por sus estruendosos gritos en los partidos a lo largo de su carrera, y ahora ha dicho que se inspiró en la gran tenista Monica, de 50 años, que ganó ocho de sus nueve grandes títulos cuando era adolescente y representaba a su Yugoslavia natal.
Serena, que ya se ha retirado del tenis y está criando a sus hijas Olympia, de seis años, y Adira, de 11 meses, con su marido Alexis Ohanian, de 41 años, dijo en el programa de YouTube, ‘Hot Ones’, presentado por Sean Evans: "Así que gruño porque cuando era pequeña me gustaba una tenista llamada Monica Seles y ella gruñía. Tenía un gruñido muy genial. Y me encantaba, me decía: 'Qué genial’. Así que, literalmente, gruñía por ella y luego se convirtió en algo natural. Finalmente mi gruñido se convirtió en un (ruido de gruñido) muy fuerte".
La atleta profesional añadió sobre los beneficios del ruido durante el juego - y otros deportes: "Supongo que es una forma de respirar. Ahora gruño jugando golf... es como parte de mi vida. Otras personas dicen que es un alivio y que exhalar aire es una forma diferente de hacerlo".
Monica consiguió 59 títulos en su carrera y jugó su último partido profesional en 2003, y sus ruidos durante los partidos eran tan fuertes que inspiraron el "gruñómetro" de la Pista Central de Wimbledon.
En 2013 contó al Wall Street Journal cómo desarrolló el hábito en su juventud: "A algunos les encantaba, otros lo odiaban. Yo gruñía desde que tenía siete años. Yo era una niña pequeña, y en aquella época no había raquetas para niños. Así que mi padre me daba su raqueta para jugar, pero yo era pequeñita, así que ponía toda mi energía en ello, igual jugaba con las dos manos por los dos lados, porque tenía que hacerlo. No fue un problema hasta que me convertí en número 1 y entonces los competidores que siempre intentan encontrar una pequeña ventaja empezaron a quejarse, porque al fin y al cabo (el tenis) era una industria supercompetitiva".
